top of page

¡Todo el mundo al suelo!

Hace unos meses escribí que tenía que hacer una barra de seguridad para la cuna-colecho de Claudia y que ya pondría el resultado. Pues bien, el resultado nunca llegó. La hicimos y quedó un poco grande. Pensamos en arreglarla, pero al final, un día por el otro, y el otro por el uno, pasaron los meses y la casa sin barrer.

Nos fuimos apañando como pudimos para conseguir que Claudia no se cayera de la cama, y ahí quedaron los tubos de pvc, sin oficio ni beneficio sobre el altillo del mueble del vestidor y los metros de tela para forrarla en una bolsa en el trastero de mi madre. Por iniciativa de Papi, decidimos que era más práctico quitar las patas al somier y guardar la cuna. Ahora dormimos con los colchones en el suelo y con la tranquilidad de que si Claudia se cae, lo hará de un máximo de 27cm de altura.

Les presento nuestro dormitorio (por supuesto, los enchufes están tapados con protectores de seguridad):

Esta noche, mientras cenábamos, la escuchamos andar por el pasillo. Se había despertado (llevaba unas 4 horas durmiendo) y nos venía a buscar. Me la encontré caminando hacia la cocina con pelos de Bruja Avería, los ojos semicerrados e intentando buscar el equilibrio con los brazos abiertos y un poco estirados para que el sueño no le jugara una mala pasada. La llevé de nuevo a la cama y se durmió al pecho, o eso creí yo, porque a los tres o cuatro minutos volvía a repetir la escena del pasillo ante la risa ahogada del padre, que fue quien la tropezó esta segunda vez. Repetimos secuencia: volvemos a la cama, pero esta vez sí, nos quedamos dormidas a la teta. Ante esto, solo puedo decir que ¡viva el mobiliario que fomenta la autonomía del niño!, de no haber tenido la habitación así, la caída contra el suelo podía haber sido bastante grande…

Conóceme
Posts Destacados
Vuelve pronto
Una vez que se publiquen entradas, las verás aquí.
Posts Recientes
Búsqueda por Tags
No hay tags aún.
   

   

bottom of page