¡SI ES QUE NO GANO PA' DISGUSTOS!
El sábado nos fuimos de comunión. Tan guapa mi Claudia, con su traje regional de canaria para celebrar el día de las Islas. Todo apuntaba a que la tarde iba a ser diferente, pero, desde luego, no me esperaba yo lo que iba a pasar… Al llegar, la pongo de pie sobre el suelo del coche, esta niña que se enrabieta (sin motivos aparentes), y se tira de cabeza. Pudiendo haber chocado contra el propio suelo, o contra el asiento del coche, la casualidad y la puntería quisieron que su frente viniera a dar contra el filo de los raíles en que va el asiento del piloto (esos para hacer correr el sillón hacia delante o hacia detrás). Cuando vimos la sangre caer por su cara nos quedamos más desencajados que Esperanza Aguirre al final del escrutinio el día de las elecciones municipales. Me pregunto cómo una herida tan pequeña puede sangrar tanto. No fue profunda, ni debió doler mucho, porque tras el llanto inicial, tomó teta y se quedó tan alegre. Yo, sin embargo, estuve como tres horas con cara de muerto viviente.
Una vez pasado el susto, tonta de mí, pensé que vendría una época de serenidad y paz. ¡NADA MÁS ALEJADO DE LA REALIDAD!
Antes de anoche era una noche como otra cualquiera. Mi piojillo se durmió sobre las 21.00 y pusimos la habitual trampa de ratones entre su cuna y nuestra cama (usamos cama-cuna colecho). La escuchamos hablar-lloriquear y cuando su padre fue a mirarla, la encontró en el suelo, caminando alrededor de la cama. De alguna manera que aún no acertamos a entender, sin que se moviera ni uno solo de los millones de cojines que tenía delante, se salió de la cuna. No hubo golpe ni llantos, no se cayó, simplemente se bajó. Voy a la habitación y me encuentro a Papi sosteniéndola en el aire con cuatro dedos y cara de asombro. Cuando me explicó cómo la había encontrado, me puse tan nerviosa pensando en qué podía haber pasado, que me entró un ataque de risa y no podía parar. Llegados a este punto, y con el peligro que puede suponer, dado que no encontramos una barrera de seguridad lo suficientemente alta que podamos poner cuando duerma sola y quitar cuando estemos nosotros, hemos decidido hacer una. He encontrado cómo aquí. De la estructura se ocupa Papá y de la funda súperAbu. En cuanto esté terminada pondré las fotos.
